Por Javier Cuervo.
Holanda: eterna aspirante
La selección de Holanda siempre ha sido objeto de multitud de elogios, ya sea por parte de los más entendidos o por los propios aficionados. El juego de los holandeses suele ser de los más atractivos que pueden verse durante un Mundial. Sin embargo, a la hora de la verdad, la suerte siempre les ha sido esquiva. En dos ocasiones llegaron a una final (1974 y 1978) y en ambas se fueron de vacío.
La naranja mecánica fue la primera selección en sacar su billete para Sudáfrica. Los oranje realizaron una fase de clasificación impecable, ganando los ocho partidos que disputaron. Es cierto que no era un grupo muy potente (Noruega, Escocia, Macedonia e Islandia), pero ahí queda eso: pleno de victorias, 17 goles a favor y solamente dos en contra.
El seleccionador Bert Van Marwijk asumió el cargo tras la Eurocopa de 2008 y apenas ha variado el esquema de su predecesor, Marco Van Basten. El equipo mantiene las señas de identidad que han caracterizado a Holanda en las últimas décadas: un fútbol alegre y ofensivo, siempre con la presencia de extremos que permiten abrir el campo. El sistema, un 4-2-3-1, que en ocasiones puede derivar en una variante: el 4-2-1-3.
En la potería Maarten Stekelenburg se ha convertido en titular indiscutible tras dejar Van der Sar la selección. Defensa de cuatro; con un lateral joven por la derecha, Van der Wiel, y otro ya veterano por la izquierda, Giovanni Van Bronckhorst. La pareja de centrales ya es habitual en los últimos años: Heitinga-Mathijsen.
En la media se sitúan dos pivotes defensivos: Mark Van Bommel y Nigel De Jong, los dos aportan equilibrio y pueden dar salida al balón. En el centro, Wesley Sneijder, el auténtico cerebro del equipo. El jugador del Inter de Milán viene de realizar una magnífica temporada y está en plena forma. Por sus pies pasará todo el juego y el peligro de Holanda, ya sea por sus pases en profundidad o por las jugadas a balón parado.
Por las bandas aparecen Robin Van Persie y Arjen Robben, todo un puñal. El jugador del Arsenal ha estado buena parte de la temporada lesionado y llegará fresco a la cita mundialista. Robben por su parte, llega lesionado a Sudáfrica. El extremo del Bayern de Munich se encontraba en uno de los mejores momentos de su carrera, marcando goles espectaculares y sembrando el pánico desde el costado derecho, pero una vez más, se ha encontrado con su eterna pesadilla. Si no se recupera, Elia podría ocupar su lugar.
Punta de ataque para Dirk Kuyt. Incansable, trabajador, buen goleador y asistente. También podría jugar por la banda derecha si Robben no llega a tiempo. En ese caso, Huntelaar sería el delantero centro. Excelente rematador con grandes registros goleadores hasta los dos últimos años, donde se ha estancado. En un principio, esperará su oportunidad desde el banquillo.
Dinamarca: siempre de “tapados”
Dinamarca es una selección que nunca se encuentra en las quinielas de nadie, aunque en la grandes citas nunca pasan desapercibidos. Ausentes en el último mundial, llegan a Sudáfrica con ilusiones renovadas. En el recuerdo de los aficionados, siempre estará el buen papel realizado en los Mundiales de México 86 y Francia 98 y sobretodo, el triunfo en aquella Eurocopa de 1992, donde los daneses protagonizaron una de las mayores sorpresas de la historia. Su presencia en el Mundial resulta algo inesperada para los daneses. Si se lo creen y avanzan en la competición, pueden convertirse en un rival bastante incómodo.
La selección danesa logró la clasificación para el Mundial, tras conseguir una meritoria primera plaza en uno de los grupos más complicados con Portugal y Suecia. Un liderato cimentado en la victoria ante los lusos en el Jose Alvalade (2-3). Dinamarca dejó fuera de combate a Suecia y envió a la Portugal de Cristiano Ronaldo a jugar la repesca ante Bosnia.
Morten Olsen, a punto de cumplir diez años como seleccionador, ha clasificado a Dinamarca para la gran mayoría de las citas importantes. En los últimos años ha sabido combinar la veteranía de varios jugadores, con la aparición de nuevos talentos. Es un técnico con mucha experiencia y capaza de manejar el grupo. Sin embargo, Morten Olsen no dispone de un equipo con demasiadas alternativas. El sistema más utilizado: el 4-4-2, aunque si la situación lo requiere podría utilizar el 4-3-3.
Bajo palos, el veterano Thomas Sorensen. Un portero sobrio y seguro pero poco espectacular. Es fijo desde hace bastantes años. En la zaga, Lars Jacobsen ocupará el lateral derecho. El malaguista Mtiliga apunta hacia el lateral izquierdo tras la baja de Mickael Jakobsen. Los centrales Kjaer y Agger son fijos y pueden ser una de las sensaciones del mundial. Dos defensas jóvenes, altos y rápidos.
En el centro del campo Daniel Jensen y Martin Jorgensen forman el doble pivote defensivo. Importantes tanto en tareas defensivas como en la circulación de balón. Ligeramente hacia la izquierda, jugará Christian Poulsen, aunque el ex del Sevilla tenderá a ir al centro. El costado derecho será ocupado por Rommedhal. Un extremo rápido que en los últimos años ha bajado el nivel, aunque siempre hay que tenerle en cuenta.
Arriba jugarán: un clásico, Jon Dahl Tomasson y Nicklas Bendtner, ambos indiscutibles. El primero vive una “segunda juventud” en el Feyenoord y ya ha demostrado su calidad en anteriores mundiales. Bendtner todavía es un jugador joven, muy corpulento pero con bastante movilidad, además ya ha demostrado buenas condiciones como rematador en el Arsenal. Si ambos se entienden pueden generar bastantes ocasiones.
Japón: una empresa difícil
Japón afronta un nuevo mundial con la misma ilusión que en otras ocasiones. Son muchos los que piensan que el equipo nipón tiene potencial para llegar lejos. De momento, deberán luchar por pasar a octavos de final en un grupo complicado y así igualar su mejor clasificación en un Mundial en 2002 cayeron en octavos ante Turquía. Todo lo que sea pasar de la primera fase será un buen resultado, si consiguen pasar de octavos será un exitazo.
Japón no pasó demasiados problemas en la fase de clasificación, a pesar de alguna derrota inesperada como la cosechada en Bahrein (1-0) o algún empate en casa decepcionante ante una selección tan mediocre como Uzbekistán (1-1). En la primera fase, Japón se clasificó en primer lugar, por delante de Bahrein. En la segunda ronda, se encontró con Australia, una selección que resultó inaccesible para los asiáticos. Al final, un segundo puesto que otorgaba el billete para Sudáfrica.
Al frente de Japón estará el seleccionador Takeshi Okada. Es la segunda etapa del técnico de Osaka al frente de la selección de su país. Takeshi, clasificó a Japón para su primer Mundial en 1998 y tiene suficiente experiencia para volver a hacer historia. Sin embargo, en los últimos meses ha recibido duras críticas por los resultados cosechados en algunos partidos de preparación. En cuanto al dibujo táctico, Okada se decanta por un 4-2-3-1, para dar a entrada a la gran cantidad de mediapuntas que dispone.
El puesto de portero lo disputan Kawashiwa y Narazaki. El primero fue elegido mejor portero de la liga japonesa, pero Okada podría decantarse por la mayor experiencia de Narazaki. La defensa japonesa no es uno de los puntos fuertes del equipo, pero tienen calidad para salir con el balón jugado. Uchida por la derecha y Nagatomo por la izquierda, serán los laterales. Tulio y el veterano Nakazawa, jugarán como pareja de centrales.
El doble pivote juega un papel determinante en el centro del campo nipón, ya que el conjunto japonés tiende a partirse con mucha facilidad. Hasebe e Inamoto deberán redoblar esfuerzos para sujetar el equipo. Por delante tres mediapuntas: Matsui, por la derecha, Endo por el centro y Shunsuke Nakamura. Este último, la gran estrella del equipo. El ex de Celtic, no tuvo suerte en la liga española y abandonó el Espanyol a mitad de temporada. Tiene un “guante” en su pie izquierdo, con el que siempre crea peligro a balón parado.
El puesto de delantero centro no parece muy definido. En un principio Okazaki parece ser el que tiene más opciones. Tamada también podría ser titular. No es fácil ser el único delantero en Japón, en muchas ocasiones los goleadores nipones se ven aislados y se ven obligados a retrasar su posición para poder entrar en juego. Si no llegan balones a los delanteros Japón lo tendrá más difícil todavía.
Camerún: a hacer un buen papel
Se cumplen ya veinte años de la aparición de Camerún en el panorama mundial. Los africanos sorprendieron al mundo entero en aquel mundial de Italia en 1990, donde se plantaron en cuartos final ofreciendo una brillante imagen. Aquella actuación parecía que abría las puertas del fútbol mundial para el fútbol africano, pero a día de hoy, los cuartos de final siguen siendo el “techo” para todo el continente. Ahora que juegan en “casa” confían en mejorar o al menos igualar esa clasificación. No hay que olvidar, que Camerún es el equipo africano que más veces ha estado en un Mundial.
Los Leones Indomables comenzaron la fase de clasificación con el recuerdo todavía presente de la ausencia en Alemania 2006, tras aquel penalti fatídico fallado por Wome. Esta vez se conjuraron para no fallar y estar en la cita de Sudáfrica. Lideraron el grupo en la primera fase, donde se mantuvieron invictos. En la segunda ronda, también ocuparon la primera plaza que daba acceso al Mundial. Solamente una derrota ante Togo (1-0) puso algo de incertidumbre.
El francés Paul Le Guen es el seleccionador de Camerún desde hace sólo un año. Tras dirigir a varios equipos de la liga francesa, Le Guen asumió el reto de llevar a Camerún al Mundial, en mitad de la fase de clasificación. Su dura disciplina le ha llevado a enfrentarse al capitán del equipo, Song, al que retiró el brazalete. Los africanos son uno de los equipos más físicos, realizando una presión asfixiante por todo el campo y saliendo a la contra con mucha velocidad. El sistema será el 4-3-3.
Kameni será el encargado de defender la portería. El del Espanyol es un portero ágil y con grandes reflejos, aunque a veces cometa errores infantiles. Titular indiscutible desde hace varios años. La defensa es una de las debilidades del equipo, tienen bastantes despistes que suelen traducirse en goles para los contrarios. Los laterales, Geremi y Assou-Ekotto tienden a subir bastante al ataque, lo que no facilita demasiado la labor defensiva. Los centrales Nkoulou y Bassong, tampoco no son ninguna garantía.
Alex Song es la clave del equipo. El mediocentro del Arsenal canaliza todo el juego de Camerún y además se multiplica en labores de contención. A pesar de su juventud -22 años-, tiene criterio y experiencia para llevar la manija del combinado camerunés. Le acompañan Mandjeck y Eyong, dos jugadores con un gran despliegue físico, pero peor dotados técnicamente. Makoun podría entrar por alguno de los dos. El del Lyon ha sido una de las revelaciones del campeonato francés y Le Guen tiene muchas esperenzas depositadas en él.
En la delantera, Samuel Etoo es el alma del equipo. Probablemente el mejor jugador de la historia de Camerún. En sus goles estarán gran parte de las opciones de los Leones Indomables. No ha rendido a su mejor nivel en el Inter. Acompañan a Etoo, Idrissou y Emaná. El del Betis es un jugador de gran recorrido, directo, incisivo y con un gran disparo. Aunque se pierde escorado a la derecha. Idrissou tiene menos calidad, pero posse un gran físico y una buena zancada.
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