Su rotura fibrilar de bíceps da entrada a un jugador más en la selección. No será ninguno de los últimos descartados -Suárez ni Aguilar-. Nuestro combinado sólo contaba con dos bases puros -Calderón y Rubio- y todo apunta a que Raúl López se volverá a vestir de rojo.
La elección de Raúl López probablemente venga motivada por el entendimiento que hay entre el base de la Superliga Rusa y su entrenador en el Khimki, Sergio Scariolo. A menos de una semana para que empiece el Mundial y sin preseleccionados en el puesto de uno que hayan disputado más entrenamientos con el equipo, López es la mejor opción. Su currículum le avala: el catalán participó en el triunfo del Eurobasket de Polonia y en la plata dorada de Pekín. Además, conoce los sistemas de juego de Scariolo.

No, no me he olvidado de Sergio Rodríguez. Sinceramente, con López y Sada de recambios no le contemplaba como opción. Creo que el Chacho volverá, pero antes tiene que centrarse para dar lo mejor de si mismo en el Real Madrid y volver a ser el jugador que era.
Recapitulando; en la dirección del balón estarán Ricky Rubio, titular indiscutible -más si cabe tras la baja del extremeño- y Raúl López. Sergio LLull y Navarro les darán oxígeno cuando lo necesiten.
Scariolo apostó por prescindir de un base y no sé si nos costará caro. Calderón no ha tenido su mejor campaña en la NBA, pero su visión de juego es innegable y su experiencia le diferencia de muchos de los bases del torneo. Con él teníamos una gran alternativa a Rubio. Ahora tenemos a Rubio y López, dos jugadores que se asemejan demasiado en su juego -y al de LLull-. Eso es un problema cuando tu equipo se atasca, es importante contar con un director de orquesta que lo vea todo de un modo distinto. Eso sí lo teníamos en Japón con Calderón, Cabezas y Sergio Rodríguez. Claro, que por aquel entonces no contábamos con el mágico Ricky Rubio…
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