Esta noche Inter y Barcelona juegan el primer partido de semifinales de la liga de Campeones. Detrás de las cuestiones deportivas un debate se plantea: ¿Con quién vas: con el equipo español o con el enemigo? Cuidado que tiene trampa: para algunos se trata del mismo equipo, el Barcelona.
Ser o no ser, ir con el equipo español o en contra, apoyar al enemigo de tu mayor rival o no. Ésa parece la cuestión.
Reina en este debate la hipocresía. Por un lado están aquellos que se muerden la lengua y se envenenan diciendo que prefieren que gane un equipo español –habría que ver las caras de los catalanistas de “pro” cuando escuchan este argumento… “¿por ser un equipo español? ¡oh, deu meu!” -. Por otro, los que sienten que los colores son más importantes que el prestigio de la Liga española.
Personal y deportivamente no me disgusta en absoluto que alguien desee que el Barcelona caiga y no llegue a la final en el Bernabéu, ni me importa demasiado que otras aficiones apoyen al equipo blaugrana simplemente por el hecho de ser español –cuánto camino queda para sentirnos ante todo europeos, madre-. Lo que me chirría como ciudadana del mundo son los gritos y pisotones verbales sobre el tema en los debates deportivos. No por ser español hay que ir con el Barça, ni ser madridista significa ser antibarcelonista, señores.
Merezca la pena o no esta disputa verbal la olvidaremos cuando suene el silbato a las 20.45 horas. Después tocará discutir otras lindeces deportivas… ¿Habrá celebración polémica de Eto’o?
Os pongo uno de sus mejores vídeos para que veáis, no la actitud de un jugador despechado y calentito, sino la del resto, y penséis en qué harían algunos culés de encontrarse el Real Madrid esta noche con el Inter.
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