"Esto parece una fiesta del Real Madrid, hay putas por todos los lados", algo así decía Carmen Machi en la serie Aída hace algunas temporadas. No estoy segura, pero creo que ese capítulo es de la primera época de Florentino, la de los galácticos desmadrados.
Este episodio lo repitió Telecinco el sábado en que el Barcelona conseguía su vigésimo título de Liga. Esa misma noche, en Cuatro, veíamos a un Mahamadou Diarra en un reportaje de Callejeros -también repetido- sobre mujeres pijas, vagas y ricas en La Moraleja. En total, dos documentos visuales que me vienen al dedillo para exponer unas ideas: que el Madrid que se ha quedado a las puertas del título no está hecho de golfos -y en Cristiano Ronaldo tenemos el mejor ejemplo- y que muchos puede que estén exprimiendo sus últimas horas en sus lujosas casas blancas.
El sábado, un gol en propia de Prieto dejó sin esperanzas a los madridistas. Un error así presagiaba lo que sucedería a continuación: goleada del Barça al Valladolid de Clemente, que no entendió la metáfora del toro gay en pleno San Isidro. El karma es fundamental y esa perla que soltó el técnico vasco bien se merecía un descenso.
El equipo blaugrana festejó por todo lo alto el segundo título de Pep Guardiola como entrenador. No ha sido fácil y la prueba de la mala planificación del equipo para esta temporada recién terminada está en que en la mañana de resaca, Joan Laporta tuvo que trabajar. Primero renovó a Gaby Milito y luego con Txiki Beguiristáin y el míster prepararon la próxima temporada. Lo que se habló en esa reunión no lo conocemos, pero sí el resultado: Villa al Barça por cuarenta millones y un Cesc Fábregas en camino.
¿Y en el Madrid? Una gigante bola de polvo recorre el desierto blanco. Hoy quizás tengamos la noticia del despido de Pellegrini, un entrenador apaleado a pesar del provecho que ha sacado de una plantilla desajustada.
El Floren Team, la segunda parte de los galácticos, se ha quedado a cero. Grandes nombres para ningún título. Se prevén cambios. Bueno, se prevén, no, se lleva hablando toda la temporada de esos cambios, algunos de los cuales -Navas, Silva- podrían materializarse por fin. Quizás, aquél que disfrutaba de la tranquilidad de La Moraleja tenga que buscarse otro hogar. Junto a él, Gago, Granero, Drenthe, Lass Diarra... ¿Kaká? ¿Benzema?
Todavía creo que el equipo merengue puede recuperar al francés. Es joven y el palo de no estar en la lista de su Selección podría espabilarle. Lo del brasileño lo veo dudoso. Si vendieron a Robben... ¿Por qué no al de la eterna pubalgia? Lo malo es que malvenderán al segundo fichaje estrella de esta campaña, pero yo siempre he pensado que guardar cosas por guardar es tontería.
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